Semanam iluzii daca traim cu impresia ca ne aflam intr-o permanenta calatorie in vagonul unui tren de lux in care pasagerii sunt atent selectionati.
Traiesc intr-un tren de ceva vreme si de parca nu-i suficienta inconstanta unui peisaj data de calatoria ca atare, ma hazardez din vagon in vagon. De la toaleta unui personal la confortul cusetei intercity-ului, de la privelisti prin geamuri unsuroase, la privelisti blurate in minte de un TGV.
Unoeri traiesc cu impresia ca daca pendulez intre desuet si ochi digital o sa stiu ce merita intiparit pe retina. Alteori ma pierd in punctul de fuga al sinelor de tren si uit de mine, de calatorie, de calatori, de statiile care vor urma.
Nu pot pur si simplu sa trag semnalul de alarma si sa zabovesc?









Vendemos ilusiones si vivimos con la impresión de que estamos en un permanente viaje en el vagón de un tren de lujo en el que los viajeros están atentamente seleccionados.
Vivo en un tren desde hace tiempo y como si no fuese ya suficiente la inconstancia del paisaje dada por el viaje en si, soy aventurera y me voy de un vagón para el otro. Desde el baño de un tren viejo hasta el confort de un tren caro, desde vistas desde las ventanas sucias hasta las vistas borrosas de un TGV.
A veces vivo con la impresión de que si estoy oscilando entre anticuado y ojo digital voy a saber que es lo que vale la pena fijarme en la retina. Otras veces me pierdo en el punto de fuga de las líneas del tren y olvido de mi misma, del viaje, de los viajeros, de las estaciones que van por seguir.
No puedo simplemente poner el sinal de alarma y esperar?